Mensajes de diversas orígenes
domingo, 29 de enero de 2023
Mis Amados Hijos, Os Pido Que Aprendáis A Callar, Dejadme Hablar Y Aprended A Escuchar
Mensaje de Nuestra Señora a Angela en Zaro di Ischia, Italia, del 26 de enero de 2022
Esta tarde la Madre se presentó toda vestida de blanco, incluso el manto que la envolvía era blanco, amplio y hasta le cubría la cabeza. Sobre Su cabeza, la Virgen María, tenía una corona de doce estrellas brillantes.La Madre tenía los brazos extendidos en señal de bienvenida. En Su mano derecha una larga corona del santo rosario, blanca como la luz. Sobre Su pecho, un corazón de carne coronado de espinas. La Virgen María tenía los pies descalzos que descansaban sobre el mundo. Sobre el mundo estaba la serpiente agitando ruidosamente la cola, pero la Virgen María la detuvo con Su pie derecho.
Sobre el mundo había escenas de guerras y violencia. La Madre hizo un ligero movimiento y cubrió el mundo con parte de Su amplio manto.
Alabado sea Jesucristo
Queridos hijos, gracias por estar aquí, en Mi bosque bendito. Os amo hijos, os amo inmensamente.
Hijos míos, estoy aquí por la inmensa misericordia de Dios, estoy aquí porque os amo.
Amados hijos, también hoy os pido oración, oración por este mundo envuelto en el mal.
Mis amados hijos, os pido que aprendáis a callar, dejadme hablar y aprended a escuchar. Vivid Mis mensajes.
Amados hijos, también esta tarde os pido que viváis los sacramentos, que escuchéis la Palabra, que la guardéis. La Palabra hay que vivirla, no cambiarla ni interpretarla.
Amados hijos, también hoy os digo: «Os esperan tiempos difíciles, tiempos de dolor y de retorno a Dios».
Convertíos antes de que sea demasiado tarde. Dios es amor y os espera con los brazos abiertos; no le hagáis esperar más.
Amados hijos, mirad a Jesús en la cruz. Aprende a callar ante Él. Dejad que sea Él quien hable, aprended a adorar a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Él está allí esperándote en silencio noche y día.
Amados hijos, cuando os digo: «Os esperan tiempos difíciles», no es para meter miedo, sino para sacudiros, para prepararos.
Rezad hijos, haced de vuestra vida una oración continua. Que vuestra vida sea oración. Sed testigos no tanto con vuestras palabras, esas no son necesarias, sino con vuestra vida.
Entonces la Madre me pidió que rezara con Ella por el destino de este mundo.
Mientras rezaba con Ella tuve varias visiones sobre el mundo.
Entonces Madre reanudó su discurso.
Hijos, hoy paso entre vosotros, tocando vuestros corazones y bendiciéndoos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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